
Raúl Ferro
Mayo 22 de 2010
El penúltimo capítulo de la crisis financiera internacional que comenzó a sacudir al mundo en septiembre de 2008 se está viviendo con gran intensidad en Europa y ha puesto contra las cuerdas al propio euro. La debacle griega, que se está extendiendo a Portugal, España, Italia e Irlanda, ha llevado a poner en entredicho la sostenibilidad del modelo de estado de bienestar que caracteriza a Europa.