
Editorial
El País, Cali
Junio 11 de 201
Cuando los Estados cumplen con el deber de defender los derechos de sus niños y adolescentes ayudan a formar sociedades más justas y con futuro promisorio. Pero, ¿cómo se puede pensar en un mejor país cuando, como en el caso de Colombia, el 7% de sus menores de edad trabaja desde los 5 años para ayudar al sostén familiar y un 7,3% más es obligado a realizar pesadas labores domésticas durante horas?